sábado, 4 de mayo de 2013

Reflexiones de Doña Escoba en el día de la MADRE.

Es difícil ponerse a reflexionar sobre LA MADRE, cuando eres hija y madre. Vas desgranando las ideas y enseguida se mezclan los sentimientos.

Desde que soy madre... he comprendido a mi madre. Sus desvelos, sus consejos, su sabiduría, sus penas, sus alegrías.

Desde que soy madre... cada día echo de menos a mi madre. Hablamos casi todos los días, siempre se anticipa a lo que les pasa a los niños. Mi responsabilidad como madre, cuando hay que asumir decisiones peliagudas con gusto se la cedería a ella, porque siempre sabe lo que es mejor.

Entiendo que SER MADRE es sinónimo de AMOR. Nunca se quiere tanto como se quiere a un hijo... bueno si, cuando se tienen dos pues el amor no se divide entre los hijos, sino que se multiplica. Esa duda de si querré tanto al segundo como al primero se diluye en el paritorio con el llanto de tu pequeño. En ese momento ya le quieres tanto...

Entiendo SER MADRE como una emoción y una vivencia compartida con el padre desde el mismo momento en que la pareja une sus anhelos y esfuerzos en ser papás. Admiro a esas parejas que luchan contra la biología, la medicina, la burocracia para ver cumplido su deseo de ser papás. Para ellas dedico un recuerdo y un abrazo de ánimo y felicito con grande entusiasmo a aquellas que vencieron los contratiempos y lo han conseguido gracias al AMOR,  la paciencia y la perseverancia.

Pido a Dios que me deje disfrutar muchos años de la sabiduría de mi madre, a la que admiro por su fuerza, alegría y capacidad de levantarse cada vez que la vida y sus trampas la han hecho caer. 

Mi madre y mi suegra, malcrían a mis niños... como debe ser. Las deseo salud para ver crecer a sus nietos y disfrutar de sus risas, ocurrencias, que puedan darles esos mimos que necesitan ellas dar y los niños recibir.
 
Envío un beso a mi marido que hace muy bien de mamá cuando mis obligaciones laborales me alejan del hogar.

Agradezco a la Tata que me cuida los niños cuando ni su papá ni su mamá pueden y lo hace como si fueran sus propios hijos.